Blood Bowl está dividido en dos partes de dieciséis turnos cada una (ocho turnos de equipo en cada parte). Cada entrenador es responsable de desplazar el marcador de turnos un espacio antes de empezar su turno. Cuándo ambos entrenadores han utilizado ocho turnos cada uno, hay un intermedio que permite a los jugadores disfrutar de un merecido descanso y a los entrenadores recuperar sus fichas de SO. El juego se reanuda con otra patada inicial al principio de la segunda parte.
El equipo que haya anotado más touchdowns al final del último turno de la segunda mitad será el vencedor. Si el partido está empatado, podrá declararse un empate si ambos entrenadores están de acuerdo o habrá una prórroga a muerte súbita. Tira la moneda de Blood Bowl para determinar qué entrenador decide qué equipo efectúa la patada inicial, y juega una tercera serie de ocho turnos por equipo. Las SO que queden al finalizar la segunda parte pueden ser utilizadas en la prórroga, pero ningún equipo recibirá nuevas segundas oportunidades al inicio de la prórroga. El primer equipo que anote un touchdown ganará el partido. Si ningún equipo anota, el partido deberá decidirse en la tanda de golpes de castigo: cada entrenador tirará 1D6, el resultado mayor gana, ¡repite los empates! Cualquier segunda oportunidad de equipo que no haya sido utilizada suma +1 a la tirada del dado.